El grupo de personas era muy grande y había que distribuirlos a diferentes alturas para que la fotografía final tuviese una composición equilibrada y nadie tuviese un protagonismo sobre otro. Para ello decidí escoger una pared real de uno de los diversos platós que dispone el canal y colocar algunas cámaras y elementos de “atrezzo” vinculados a la televisión. Para poder lograr distintas alturas utilicé plataformas de madera, cajones tipo “apple box”, escalera y sillas de distintos estilos, aunque entonados en tonos de madera vieja, sin pintar.

Pude disponer de dos fantásticos flashes Profoto D2, con potencia suficiente para realizar esta fotografía. Podría haberlos utilizado sin ventanas octogonales, pero la tela del palio no era lo suficiente difusa que necesitaba que fuese. Por ello, las dos ventanas octogonales de 1,50 mts de diámetro funcionaron a la perfección. En toda su superficie distribuyen muy bien la luz y esto fue fundamental a la hora de lograr que la iluminación de estos flashes a través del palio lograsen una distribución muy uniforme de la luz.

A mayor distancia del motivo la luz se hace más dura, pero también es verdad que cuanto más grande es la superficie de iluminación, la luz es más suave. La combinación de una distancia larga para que no se viese el palio, combinado con la gran potencia de los flashes Profoto D2 fue más que eficaz para resolver esta fotografía.

La distribución de la luz fue muy uniforme y en cada extremo de la toma el diafragma era el mismo. A pesar de haber realizado las tomas a máxima potencia de flash, el tiempo de reciclaje de los Profoto D2 fue muy rápido y mantuvo constante la temperatura de color de la luz, sin ninguna variación de color. Esto es muy importante para mantener el tono de piel original en cada persona.

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