PABLO GIL

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Fotógrafo publicitario y gastronómico, con 20 años de experiencia en el sector audiovisual en España, formado con los mejores fotógrafos nacionales en la escuela de Cine y Fotografía EFTI de Madrid y el N.A.D. de Montreal.

Actualmente trabaja desde su productora audiovisual, Kamándula Producciones, tanto con agencias de publicidad como Postproductoras del sector,  realizando proyectos como Fotógrafo y Director de Fotografía publicitario.

Entre sus últimos trabajos se encuentran proyectos para Zeiss España, El País, Diario As, Revista LVR, Naturhouse, Sojasun, El Corte Inglés, Clínica Baviera, VIKING, STIHL, T-Sir Clothing, Grupo Día España, Auchan Alcampo, HEINEKEN, Grupo Santander, Aurgi, Rastreator, Deliveroo, etc., así como editoriales gastronómicos de grandes platos de algunos de los Chef con Estrellas Michelin más destacados de España.

La calidad es una obsesión, el detalle, la definición, el color, es casi una enfermedad, la búsqueda contínua de cómo mejorar una imagen. Además, me gusta pensar que puedo llevar mi luz siempre conmigo, me tranquiliza saber que siempre hará buen tiempos en mi estudio, esté donde esté, sea una cocina, una sala o un despacho. Hace tiempo que solo pienso en el sol durante las vacaciones, el resto del año, uso mis flashes.

Lo importante a la hora de formar a fotógrafos es darles las herramientas para que crezcan y se desarrollen por sí mismos, es inútil darles esquemas que copiar, ya que no se trata de que hagan lo mismo que yo, se trata de enseñarles como corregir los errores que si o si van a cometer, se trata de prepararles para los buenos y malos clientes, se trata de contarles todos los trucos que con la experiencia hemos descubierto y que los asimilen, interioricen y puedan acoplar a su propio flujo de trabajo. Cuando imparto mis talleres me gusta pensar que no tengo alumnos delante, sino colegas de profesión con los que intercambiar información. Yo también aprendo en cada uno de ellos. No puedo ser más feliz que cuando veo una mente satisfecha por haber resuelto una duda. Creo que se parece mucho a una buena sobremesa.